Sanidad relaja medidas de distanciamiento social y «El Garage» aprovecha para celebrar una milonga al aire libre
El sábado 3 de julio, después de algunas semanas de mejoría en los indicadores de la pandemia COVID-19, las autoridades sanitarias relajaron las medidas de distanciamiento social y nosotros aprovechamos para organizar una milonga corta al aire libre. Para evitar posibles aglomeraciones de público, decidimos hacerlo en un rincón discreto del Parque Grande, el Jardín de los Enamorados. Y, por supuesto, bailamos con mascarilla.
Allí, en una pista no muy grande, de cemento relativamente pulido, estuvimos bailando unas dos horas, utilizando el equipo de música autónomo. Este tiene la ventaja de que dispone de batería propia, pero el inconveniente de que no da buen sonido cuando se conecta a un ordenador; por eso Antonio Miguel llevó preparada una milonga en un pendrive.
La verdad es que las condiciones ambientales no eran las mejores, pero llevábamos tanto tiempo sin bailar que a nadie le importó. Nos saludamos con alegría, después de quince meses sin vernos, y nos entregamos con entusiasmo al baile y a los abrazos. Fue una tarde memorable, que nos devolvió la esperanza de volver a bailar pronto sin restricciones.
La pena es que la semana siguiente entramos en una nueva ola de la pandemia y volvieron las restricciones. Pero esa milonga informal nos dejó un hermoso recuerdo.