Milonga de año nuevo
Fiel a su cita dominical nuestra milonga ha permanecido llena de vida durante todas las fiestas navideñas. Si en Navidad nos sentimos como una gran familia, en Año Nuevo fuimos muchos más quienes nos reencontramos con muchos abrazos amigos de los de cada día y también, de los que vuelven a casa por estas fechas y tanto nos alegramos de ver, año tras año.
La milonga parecía como si fuese una página de libro de cuentos de hadas, los adornos de las mesas y las velitas resaltando en el negro de los manteles han dado, junto a esas serpenteantes lucecitas en el claro oscuro de las paredes, de la media luz invadida de rojos, azules y amarillos de las esquinas, ese toque especial tierno y caluroso de los días felices, de los grandes días que, junto a la música, nos hacen entrar en otro mundo donde reinan el placer y la alegría.
Nuestros grandes y queridos amigos Amparo y Roberto se unieron para alumbrar esa idea de esperanza y buenos deseos que siempre queremos mantener a lo largo del año. Nos regalaron un emotivo y esplendido recital antes de comenzar la milonga: canciones populares argentinas unidas a tangos, valses y milongas que nos animaron a bailar. Fue ese estímulo mágico que precede al intercambio de abrazos, sonrisas y complicidades de la milonga, donde Susana, en su papel de musicalizadora, se unió a la fiesta para hacer un primer día del año para recordar.
Ahora volvemos a nuestras rutinas, otros regresaran a sus ciudades, pero los recuerdos y los sentimientos, los abrazos de estos días los llevamos con nosotros hasta la vuelta. Tenemos muchos motivos para estar contentos. Y vamos a seguir bailando …nuestro apasionante Tango.
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