VI Encuentro Nacional de Aficionados al Tango
24, 25 y 26 de mayo 2002
Fuimos llegando en distinto tiempo a esa hermosa ciudad que nos acogió durante el fin de semana. Quienes tuvieron la fortuna de adelantar al viernes el viaje, pudieron disfrutar un poco más del mítico paisaje cántabro y pasearlo.
“La Capillita” se volcó. Nos alojaron en unos excelentes hoteles. Como centro de operaciones el “Santemar”, donde, para no robar tiempo al tango, se organizaron las comidas y milongas. Así la comodidad estaba garantizada.
Cada cual eligió donde comer el sábado. Dio tiempo a sestear antes de la reunión que mantuvimos con, Agata (San Sebastián), Garúa (Bilbao), Patio de Tango (Barcelona), Tangoneón (Madrid), Tarazona Tango (Tarazona), Club de Tango y Valencia Tango (Valencia), Vallisoletango (Valladolid); Tangueando Ibos (Tarbes-Francia) y Sttugar y Munich (Alemania) y “El GaraGe” (Zaragoza). Asturias no tiene asociación, pero también la representaron.
“La Capillita” nos dio la bienvenida. Expresaron su sorpresa por la masiva asistencia de tanguer@s que, de no haber tenido que poner tope a las inscripciones por estrictas cuestiones de espacio físico, hubieran sido el doble
Después de las presentaciones y algún asunto puntual sobre las dificultades surgidas entre profesionales y aficionados, se pasó a lo más espinoso: qué ciudad se haría cargo de la organización del próximo encuentro. El “pastel” le tocó a Castellón. Alguien protestó porque no fueran ellos (no había nadie de Castellón) quienes defendieran el proyecto, pero tenía buenos avalistas en Tangoneón que decían apadrinarlos. Convencieron y les votamos.
Nos retiramos para recomponer la imagen y acudir a la convocatoria de los organismos oficiales que habían apoyado este encuentro. El Ayuntamiento puso a nuestra disposición un par de autobuses urbanos. En ellos nos trasladaron a las caballerizas* reales transformadas en un conjunto de habitaciones que se utilizan para albergar los cursos que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Están ubicadas en el entorno del Palacio de la Magdalena. Lamentablemente y por razones de seguridad no pudimos visitar este emblemático edificio, ocupado en actos oficiales.
Nos obsequiaron con un tentempié ofrecido por unos señores vestidos de camareros. Escuchamos al Concejal de Turismo, sr. Goya dirigirnos unas improvisadas palabras en las que se adivinaba la sorpresa de tener que hablar para tanta gente. El asombro fue sincero…y corto. Teníamos una cita con el tango.
Por fin la hora mágica. El salón grande y hermoso. La cena trufada de impaciencia y solo faltó que nos dijeran que se podía bailar entre plato y plato. Más de uno se quedó sin comer como mandan los cánones, pues a partir de ese anuncio estuvo la pista llena. Duró la milonga hasta pasadas las cinco de la madrugada.
El desayuno a tono con la necesidad de reponer energía. El ánimo alto a pesar de la lluvia, pues ellos habían pensado en todo y tenían un lugar alternativo donde cumplir con el programa que decía “baile en la calle”. Nos acogió FEVE (Ferrocarriles de Vía Estrecha) en su estación, pareciendo subrayar que estábamos de paso.
A las 14,00 horas teníamos música en los pies, pero también el desayuno. Nos llevaron los amables conductores del transporte público al hotel donde esperaba la comida. También había programada la consiguiente milonga, pero llamaba la atención que la pista estuviera vacía. Nadie salió marcándose un tanguito hasta después del postre. Cargado el compás se bailó como siempre, intercambiando giros y cadencias, en brazos del silencio.
Se hizo un paréntesis para escuchar el agradecimiento de quien preside “La Capillita” y cada una de las Asociaciones se lo devolvió multiplicado. En su turno “El GaraGe” se llenó de aire pasiego. Hubiera estado bien dar las gracias cantando, pero para tararear en público hay que tener los nervios templados. Pensamos en una cancienzuca de la tierra que habla, como algún tango, de nostalgias y la recitamos con cierto aplomo.
“Mañana, mañanita /
mañana de llover, de llover /
así estaba la mañana cuando te empecé a querer.
Mañana, mañanita /
mañana de nevar, de nevar /
así estaba la mañana cuando te empecé a olvidar.
No será fácil olvidar este encuentro. Hubo un ambiente tan cálido que si Zaragoza alguna vez decide organizar, les dijimos, esperamos que vengan todos los que allí estuvieron.
Volvió la lluvia, esta vez concentrada en unos presidenciales ojos que dieron por buenos todos los inevitables desvelos soportados cuando se trata de poner de acuerdo a más de tres. Emocionó a más de cuatro.
Os damos las gracias a todos los que habéis realizado ese esfuerzo imprescindible para que bailar parezca que no cuesta nada.
María Bernad
* Entre canapé y canapé (que no comí, pues me reservaba para la cena) encontré una feliz asociación entre caballerizas (rucios) y universitarios. En Cantabria existe una Asociación de Amigos del Burro. Le dicen paciente a ese animal que tiene su héroe en “Platero” y esta paciencia me pareció semejante a la de aquellos estudiantes que tienen que justificar a quien enseña y al mismo tiempo esperar que llegue ese minuto de lucidez en el que se aprende porque nos “prendamos” de nosotros mismos.